Mitología Romana
La mitología romana abarca un conjunto de relatos, creencias y leyendas que explican los orígenes de la ciudad de Roma, la genealogía de sus dioses y la relación del ser humano con el universo. Aunque debe mucho a la tradición griega, la mitología romana cuenta con sus propios mitos fundacionales, fiestas peculiares como la Saturnalia y algunas interpretaciones del origen del cosmos adaptadas al contexto latino. A continuación, se presenta un panorama de los principales aspectos de la mitología en Roma: los mitos fundacionales, el festival de Saturnalia y la creación del mundo según su cosmovisión.

Mitos Fundacionales de Roma
La identidad romana se edificó en torno a una serie de leyendas que explicaban el origen de la urbe. Estas narraciones, parte historia, parte mito, exaltan virtudes como el valor, la astucia, la piedad y la providencia divina que guiaron la fundación de Roma.
Eneas y la Herencia Troyana
Uno de los pilares de la mitología romana es la genealogía troyana:
- Eneas, héroe que escapó de la destrucción de Troya, desembarcó en el Lacio tras vagar por el Mediterráneo, asistido por la protección de su madre Venus.
- Tras diversas peripecias, se estableció en la península itálica, dando origen a un linaje que, con el paso de las generaciones, culminaría en la fundación de Roma. La Eneida, de Virgilio, narra este periplo y presenta a Eneas como la encarnación de la pietas romana.

Rómulo y Remo
El mito más conocido describe la fundación de Roma en el siglo VIII a.C.:
- Rea Silvia, virgen vestal e hija del rey Numitor de Alba Longa, fue fecundada por el dios Marte, concibiendo a los gemelos Rómulo y Remo.
- Derrocada la dinastía, los gemelos fueron abandonados en el Tíber y amamantados por una loba (Luperca), que los salvó de la muerte.
- Ya adultos, Rómulo y Remo restituyeron el trono a su abuelo Numitor. Posteriormente, fundaron una nueva ciudad en la colina Palatina (el Palatino). Pero, tras una disputa, Rómulo mató a Remo y se erigió primer rey de Roma, marcando la fecha legendaria de la fundación en 753 a.C.

Otros Héroes y Leyendas
- Sabinas: Para poblar su nueva urbe, Rómulo urdió el rapto de las sabinas durante unos juegos. El conflicto armado que siguió terminó con la mediación de las mujeres, consolidando la fusión entre sabinos y romanos.
- Numa Pompilio: El segundo rey, de origen sabino, fue considerado un legislador sabio y piadoso que organizó la religión y el calendario romanos.
Estos episodios míticos legitiman la pretensión de Roma de ser protegida por los dioses, descendiente de héroes y con un destino de grandeza.
Festival de Saturnalia
Origen y Significado
La Saturnalia, celebrada tradicionalmente el 17 de diciembre (y luego extendida varios días), estaba dedicada al dios Saturno, antiguo regente de la Edad de Oro. La fiesta conmemoraba un tiempo idílico de abundancia y equidad, un mundo previo al orden jupiterino.
Saturno, identificado con la deidad griega Cronos, presidía la agricultura y la fertilidad de la tierra. Su templo en el Foro Romano albergaba el erario público y era un punto central de las celebraciones.

Celebración y Costumbres
- Inversión de Roles: Durante la Saturnalia, se relajaban las jerarquías sociales. En algunos casos, los amos servían la comida a sus esclavos o se sentaban a la mesa con ellos, recordando la igualitaria Edad de Oro.
- Intercambio de Regalos: Era costumbre obsequiarse velas, figurillas de terracota (sigillaria) o pequeños obsequios que reforzaban los lazos familiares y amistosos.
- Festejos Populares: Por las calles de Roma se veían cantos, banquetes, y todos vestían con colores alegres e incluso portaban el pileus, el gorro de los libertos, como símbolo de libertad temporal.
- Alegría y Distensión: Según los relatos, en esos días se suspendían la actividad judicial y las ejecuciones. El ambiente era de jocosidad y licencia, en contraste con la disciplina cotidiana romana.

Influencia Posterior
La Saturnalia influyó en algunas tradiciones de festividades invernales que vinieron después, como la Navidad y el Año Nuevo, dado el énfasis en la renovación, los regalos y la confraternización.
La Creación del Mundo Según los Romanos
Aunque los romanos heredaron de Grecia muchas concepciones cosmogónicas, conformaron versiones propias del origen del cosmos. No existe un relato unificado tan sistemático como el de Hesíodo en la Teogonía. Sin embargo, se pueden reunir elementos dispersos en la literatura y la religión romana.
Primeras Concepciones: Caos y Divinidades Primordiales
En sintonía con ideas helenísticas, los romanos concibieron un caos primordial, un desorden inicial del que surgirían los elementos del universo. De esa materia informe, se separarían el cielo (Caelum) y la tierra (Terra), a menudo personificados como deidades primigenias.
La Tierra (Tellus o Terra) se identificaba con la madre fértil, y el Cielo (Caelus) actuaba a veces como dios-padre. Su unión originaría descendientes, entre ellos Titán, Saturno y otros seres primordiales.

El Reino de Saturno
Una de las etapas más importantes en la cosmogonía romana se vincula con el reinado de Saturno, quien habría destituido a Caelus junto con su madre Terra. Bajo su dominio, existió la célebre Edad de Oro, un tiempo sin conflictos, donde la tierra ofrecía frutos en abundancia sin necesidad de laboreo.
Este mito se fusionó con la leyenda de la emigración de Saturno al Lacio, donde sería acogido por el dios Jano. Saturno enseñó la agricultura a los hombres y marcó el paso de la barbarie a la civilización. De este modo, Roma se veía ligada al mismo linaje de los dioses primordiales.

Júpiter y el Orden Definitivo
Tras la supuesta amenaza de Saturno contra su propia progenie, Júpiter se alzó como soberano del universo, distribuyendo los reinos entre él (el cielo), Neptuno (el mar) y Plutón (el inframundo). Este orden jupiterino simboliza la victoria de la ley y el equilibrio frente a la potencial tiranía del pasado.
En la cosmovisión romana, la creación del hombre pudo inspirarse en relatos griegos (Prometeo), pero también se incluyó a dioses como Jano y Saturno en la configuración del primer estado civilizado, en el que Roma surgiría más tarde como heredera y culminación de ese destino divino.

Contraste con la Mitología Griega
Mientras la mitología griega poseía poemas épicos (Hesíodo, Homero) que detallaban con amplitud la historia del cosmos y el surgimiento de dioses, la romana presentaba interpretaciones más pragmáticas y concentradas en la genealogía de Roma y en la sacralización de su imperio. La narrativa cosmogónica no era tan central, pero sí se retomaban elementos helenísticos para explicar el origen y legitimar la grandeza de la ciudad y de sus dioses protectores.
Legado de la Mitología Romana
La mitología romana, conformada por relatos de fundación, festividades como la Saturnalia y reflexiones sobre el origen del cosmos, participó en la consolidación de la identidad colectiva de Roma, exaltando el papel de los dioses y de los héroes en la historia de la ciudad. El linaje troyano de Eneas y las aventuras de Rómulo y Remo proporcionaron un pasado épico y casi divino a la cultura latina.
Asimismo, la Saturnalia se erigió en uno de los festivales más simbólicos, ejemplificando la convergencia de la tradición agraria, la devoción a un dios primordial como Saturno y el deleite popular en festejos de intercambio y temporal igualdad.
En cuanto a la creación del mundo, los romanos adoptaron y fusionaron elementos griegos, etruscos y propios, englobando en su cosmogonía tanto el caos inicial y la Edad de Oro como la instauración del orden jupiterino y la posterior irrupción del linaje mortal que desembocaría en la fundación de Roma. En este conjunto de mitos y celebraciones se entrelazan los valores cardinales de Roma: la piedad religiosa, el respeto a la tradición y la concepción de un destino guiado por la voluntad divina.